Si no sabes cómo hacerlo, te recomendamos que cojas muchos, muchos cojines y los coloques en el sofá y cuando lo veas del todo claro, déjate caer sobre ellos. Si estás cómoda, quédate un rato, piensa en tus cosas… o no pienses en nada. Simplemente, descansa y relájate. Practicar el “no hacer nada” también es un arte.